Jeffrey Dahmer, una mente enferma

DAHMER. La nueva mini-serie de Netflix  basada en hechos reales que nos cuenta la macabra vida de Jeffrey Dahmer desde un punto de vista diferente; el punto de vista de las víctimas. La intención de contar esta historia así, es tratar de evitar que el espectador empatice con el asesino. Cosa que, desde mi punto de vista, no se ha conseguido totalmente.

Jeffrey Dahmer es un chico joven estadounidense que tuvo una infancia más o menos normal. De no ser por estos dos incidentes:

- Su madre tenía problemas psicológicos y tomaba muchas pastillas diarias durante el embarazo, lo que pudo alterar la psique de Jeffrey de alguna manera. 

- Su padre le enseñó a disecar animales atropellados, única cosa con la que Jeffrey parece mostrar interés.

Jeffrey muestra un carácter pasivo, tímido, retraído e introvertido que podría parecer en ciertos momentos casi autista. Da la impresión de que nada le entusiasma; excepto cuando diseca animales. En un episodio nos cuentan cómo Jeffrey disecciona un cerdo pequeño en clase de ciencias con mucho interés. Después, emocionado le pregunta a su profesor si se lo puede llevar a casa. 

No podemos decir que Jeffrey sea una persona reprimida sexualmente, pues él se declaraba abiertamente gay. Tampoco podemos decir que fuera una persona calculadora, pues sus asesinatos carecían de planificación previa. Entonces, lo que todo el mundo se pregunta es; ¿Qué le llevó a hacer lo que hizo?

El modus operandi de Jeffrey parecía ser siempre el mismo. Salía a una discoteca y elegía a su presa. Con cualquier excusa (fumar Marihuana, beber unas cervezas o intimar) se lo llevaba a casa. Le ofrecía tomar algo y le echaba drogas en la bebida. Una vez que el chico estaba medio inconsciente, lo mataba y se abrazaba al cuerpo todavía caliente. Después se dedicaba a desmembrar el cuerpo y meterlo en ácido para su descomposición. Según le cuenta a su psicólogo, agarrar los órganos entre sus manos le provocaba excitación sexual.

A veces incluso se comía algunas partes y guardaba como trofeos las cabezas y penes. Su objetivo era crear un novio zombi (semi-inconsciente) que nunca se fuera de su lado. Aquí podemos apreciar que tiene traumas con el abandono, lo que pudo ser fruto de la separación de sus padres.

Cabe destacar que, en comparación con otros asesinos, Dahmer no era muy inteligente. No contaba con planificación previa, iba improvisando sobre la marcha. Tenía los cadáveres en descomposición dentro de su casa, lo que producía un olor hediondo que se extendía a las casas de los vecinos; los cuales empezaron a sospechar. Además, utilizaba taladros y sierras eléctricas para partir los huesos más duros, lo que resultaba extraño a su vecina Glenda Cleveland, quién en más de una ocasión llamó a la policía sin éxito. 

Dahmer vivía en un barrio marginal donde la mayoría de la población era de origen extranjero o afroamericano. Por eso, casi todas sus víctimas eran personas de raza negra. Se le cuestionó muchas veces si los asesinó por racismo pero este lo negó. Según explicó en el juicio, los elegía porque le parecían guapos o de buena complexión. La policía acudió a su departamento en alguna ocasión pero Dahmer siempre salía ileso alegando que el mal olor provenía de unas chuletas que se le habían puesto malas porque la nevera se le había estropeado

El día que la policía encontró al chico de 14 años semi desnudo en la calle y con pérdida de conocimiento, Dahmer dijo con una tranquilidad pasmosa que era su novio, que tenía 19 años y que se había pasado con el alcohol mientras hacían "cosas de gays". La policía le creyó, a pesar de que su vecina Glenda no paraba de advertir que en esa casa pasaban cosas extrañas. A la vecina no le hicieron caso por ser negra y a Dahmer no le registraron la casa porque pensaron que se iban a contagiar de VIH. Podemos apreciar el racismo y homofobia propios de la época y de los que Dahmer se sirvió para esquivar la cárcel en muchas ocasiones.

Finalmente, la que iba a ser su víctima número 18 consiguió escapar de su departamento tras 5 interminables horas con Dahmer. Le golpeó en la cabeza y aprovechó para escapar y buscar a la policía. Llevó a los policías hasta la casa de Dahmer donde encontraron fotos de los desmembramientos y partes de cuerpos. También encontraron drogas y armas con sangre. Se destaparon los oscuros crímenes de Dahmer y se le llevó a juicio. Fue encarcelado y condenado a 15 cadenas perpetuas; el equivalente a unos 900 años de prisión. 

Cuando estaba en la cárcel confesó planeaba hacerle un altar a satán con huesos y calaveras. A raíz de algunas charlas con el reverendo de la cárcel y tras leer La Biblia pareció arrepentirse de todo lo que hizo y pidió ser bautizado. Pronto otro reo se enteró de los crímenes de Dahmer y lo mató con una barra de metal de mancuernas, irónicamente justo del mismo modo que Dahmer había matado a su primera víctima. 

Lo que nos llama poderosamente la atención, a parte del sufrimiento de las víctimas y de su propio padre, no cabe duda, es sin embargo que alguna gente le mandaba cartas a la cárcel y se declaraban fans de Dahmer. ¿Fans de qué? Estaban idolatrando a un asesino como si fuera un modelo a seguir. Una persona fuera de sus cabales que perdía el control cuando bebía y que dormía al lado de los cuerpos inertes de sus víctimas sin remordimiento de conciencia alguno. Otro signo más de que vivimos en una sociedad profundamente enferma.

Comentarios

  1. Desde que se estrenó he oído toda clase de comentarios hacia la seroe de Dahmer, no me había atrevido a dar el paso de verla hasta ahora por miedo a que fuera otra de esas series que ponian en un pedestal a otro asesino en serie. Pero me has convencido para verla :D

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    1. Gracias Mónica, aprecio mucho tu comentario. ¡Espero que disfrutes viendo la serie!

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